El mundo de las bodas tras la nueva normalidad tras el COVID19

Quizás cuando comíamos las uvas segundos previos al 2020 muchos ni imaginaban que iba a ser un año marcado en el calendario para la historia. Pocos meses después, una pandemia mundial comenzó a acechar para provocar la mayor crisis sanitaria del siglo y con ello, unas consecuencias que quizás tardaremos en olvidar.
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El sector nupcial ha sido uno de los más castigados por el Covid-19 debido a los meses de confinamiento y la incertidumbre provocada por las leyes de distanciamiento social. Numerosos enlaces han tenido que ser aplazados tras meses de preparativos llenos de ilusión y ganas tanto para novios como para invitados y el duro trabajo de muchos proveedores. 

En Plas Eventos hemos hablado con dos parejas afectadas para conocer su historia y las decisiones que han tenido que tomar, para saber cómo ha sido el proceso de reorganizar los preparativos y para conocer cómo se sienten ante esta situación tan atípica. Engracia y Modesto se habrían casado el 21 de marzo de 2020 con una fiesta con decoración de nuestras letras de corcho y con animación Dj y fotomatón para congelar los momentos más divertidos de la fiesta. Sin embargo, el estado de alarma les pilló a las puertas de su gran día, por lo que no tuvieron más remedio que verse obligados a posponer su enlace para el año próximo. Engracia confiesa que “tuvimos miedo por todo, por lo desconocido, por lo que tendríamos que esperar par a poder casarnos”. No obstante, todo ha ido sobre ruedas a la hora de reorganizar y ajustar los detalles que ya estaban listos para la nueva fecha. “Con los proveedores no ha habido ningún problema, han sido muy empáticos, amables y realmente lo han hecho muy fácil todo”

Además, afirma que “han sido momentos difíciles, muy tristes, y angustiosos. Sentimos mucha ansiedad por no saber qué hacer, si cancelar o no, si aplazar o no. Pero después pensamos en nosotros y en nuestra familia y en la salud que es lo más importante. Tenemos la fecha para marzo del año que viene y solamente rezamos para que estemos todos bien y podamos casarnos como queríamos, con nuestra familia y amigos y pasarlo pipa. Aunque he de decir que yo ya me siento casada”. 

SUEÑOS IMPARABLES

Nosotros les deseamos lo mejor para este día que ahora será aún más especial si cabe.Rocío y Samuel ya saben lo que es aplazar su boda, ya que por otros motivos tuvieron que posponer su enlace al 10 de abril, pero para su sorpresa, el estado de alarma les obligó a tomar la decisión buscar una nueva fecha, aunque todavía no han decidido el día a esperas de comprobar el avance de la pandemia. “Decidimos aplazar la boda justo a principios de confinamiento. No tuvimos miedo, pensamos que habría solución y así fue, todo genial. Cuando decidimos aplazar la boda, pensamos posponer para la misma fecha, aunque estamos tan ansiosos que la adelantamos unos meses de la fecha pensada desde un principio”.

Sin duda, tenían muy claro que era la mejor decisión. “Queremos que todos nuestros familiares y amigos nos acompañen y que ninguno por miedo, por desplazamientos de otras provincias e incluso comunidades, por correr riesgos, y un largo etc, no pudieran asistir”. Con todo ya casi preparado, nos cuentan que al principio se sintieron desilusionados porque esperaban con ansias el gran día, “pero quizás esto nos dio más fuerza y unión y sobre todo, más ganas para sobrellevar la demora hasta el día de nuestra boda”. No obstante, afirma que “si la cosa empeorara, no dudaríamos en ningún momento en volver a aplazar la fecha, pues será una vez en la vida y queremos que sea único e inolvidable”.

Un compromiso por los eventos

Y no tenemos duda de que así será y por supuesto, desde Plas Eventos pondremos nuestro grano de arena para que así sea con nuestra sonorización para el convite y DJ para un día que será mágico y especial. No cabe duda de que para los novios no ha sido fácil ver como el día que tanto esperaban ha tenido que posponerse. Pero todos los proveedores que intervienen en un enlace también han sufrido las consecuencias de la pandemia y han visto cómo ha afectado a sus negocios. Sin duda, una de las partes imprescindibles de una boda es el salón de celebraciones. Pablo Cáceres, de Arcos III (Trigueros), nos cuenta cómo han vivido esta situación atípica y qué pronóstico barajan para los próximos meses.

“Comenzamos a recibir llamadas a mitad de la pandemia, cuando se sabían las medidas a tomar. Para ajustar las fechas les hemos dado una segunda opción para el año que viene. Para la tranquilidad de ellos y de nosotros le hemos buscado una solución siempre, aunque en ocasiones haya costado trabajo”. Además, afirma en que será un año duro, pero son positivos de cara al futuro, “para 2021 tenemos casi todas las fechas ocupadas por los aplazamientos de este año más lo que teníamos contratado con anterioridad”. A pesar de todo, los bodas volverán como siempre, con la magia y la ilusión, la fiesta y la celebración de un día y unos momentos que perdurarán en el recuerdo para toda la vida.